Las perlas de mis dientes.
Son los dientes reflejos de pureza,
espejos del aseo, amigos del reír,
se lucen como lirios en la mesa,
se sienten orgullosos de vivir.
También a veces, muy tristes, nos recuerdan
que hemos descuidado su misión:
de luchar por la vida y la belleza
de la boca, en que se alienta su ilusión.
Un deleite aromático de flores
sentir siempre en la boca palpitar,
los dientes, como perlas, brilladores,
con el cepillo, noche y día, acariciar.
¡Oh! Los dientes, fulgores de armiño,
manojos de azahares y jazmín,
jamás olvidaré mi fiel cariño:
¡muy albos en mi boca han de lucir!
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