lunes, 17 de septiembre de 2012

Pedro Lira, notable pintor chileno de los siglos XIX y XX. Por Félix Pettorino.y Rafael Luttges.


Pedro Lira Rencoret [Santiago, 17.05.1846 – Santiago, 20.04.1912] De familia acomodada, estudió sus Humanidades en el Instituto Nacional. Luego ingresó a la Universidad de Chile a estudiar Derecho y hasta recibió su título de abogado, pero su vocación era la pintura, donde logró desempeñar a lo largo del tiempo un papel protagónico, hasta llegar a ser considerado uno de los cuatro grandes maestros de la pintura chilena, entre los cuales se cuenta a Pablo Burchard, Valenzuela Llanos y Valenzuela Puelma (V.). Solo tenía 16 años cuando se inscribió en la Academia de Pintura que dirigía Alejandro Cicarelli, italiano, natural de Nápoles. En 1873 parte a París, el centro más importante de la pintura y las bellas artes, donde se vincula con los maestros de la Academia Francesa y revela cierta preferencia por el pintor romántico Fernando Delacroix (1790-1863), al que admira tanto por su espíritu como por su perfección formal. En 1882, ya en posesión de una técnica maestra, Pedro Lira retorna a su país natal donde comienza el período cumbre de su carrera, no solo como pintor, sino como crítico y maestro de maestros. En sus varios centenares de óleos, cabe destacar los siguientes: “La fundación de Santiago” (1889) que obtuvo premio en la Exposición Internacional de París de ese mismo año; “La carta” (116 x 58 cms., V. pág. 73); Museo Nacional de Bellas Artes; “La mujer del gato” (1906) (100 x 74 cms.); Pinacoteca de la Universidad de Concepción; “El niño enfermo” (102 x 137 cms.), Museo Nacional de Bellas Artes; “Mujer de pueblo” (42 x 33 cms.), Museo Municipal de Viña del Mar; “Paisaje de primavera” (55 x 93 cms.), Museo Nacional de Bellas artes; “Gitana” (43 x 34 cms.), colección particular; “Paisaje de la Quinta Normal” (71 x 53 cms.) y “Retrato de Pablo Burchard” (71 x 53 cms.), ambos en el Museo Nacional de Bellas Artes.

A PEDRO LIRA

De familia acomodada
en la antigua Capital,
e Instituto Nacional
vive juventud dorada.

De abogado recibido
a Europa a estudiar pintura,
que lo empapa en su cultura
al ser muy bien acogido.

Cuando a la Patria regresa
es maestro de maestros,
en sus óleos da sorpresas.

¡Cuánto deslumbra su estro!
La gente al verlos expresa:
¡es un pintor de  los nuestros!

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