lunes, 3 de septiembre de 2012

Félix Pettorino y Rafael Luttges recuerdan los históricos logros de Roberto Parragué en su Manutara.


1951-1957: Roberto Parragué y el Manutara. La necesidad de unir, mediante un vuelo a la isla Rapa Nui desde el continente, era una antigua aspiración de la Fuerza Aérea de Chile, que logró hacerse realidad gracias a la iniciativa, a la capacidad y al tesón del capitán de bandada Roberto Parragué Singer, quien, a partir de 1950, buscando el apoyo indispensable de sus superiores y autoridades del país, planificó todo lo necesario para efectuar dicha misión. Una vez obtenido el apoyo del presidente Gabriel González Videla y de la Fuerza Aérea de Chile, Parragué estuvo en condiciones de iniciar la travesía, partiendo del aeródromo de La Florida al atardecer del 19.01.1951, de modo que tras 19 horas y 22 minutos de vuelo, el avión, bautizado previamente por los propios isleños como Manutara (‘golondrina de mar’), arribó a Isla de Pascua.
A causa del mal estado de la pista, el despegue de regreso tuvo que efectuarse desde el mar, pero un temporal de viento, dañó el avión impidiendo su retorno. Tuvo que ser desarmado para luego ser devuelto meses después al continente en un transporte naval. Este contratiempo no desanimó las energías de capitán Parragué ni la “garra” de sus tripulantes.
Más tarde, en 1957, siendo Parragué comandante de la Base Aérea de Quintero, en secreto y sin permiso de sus superiores, reanudó con éxito su aventura hacia Rapa Nui. Al regreso se vio obligado a amarizar en las playas de Constitución. Pero este gran logro para la aviación chilena se vio opacado porque la jefatura del aire, “por formación y filosofía de mando”, se vio obligado a dar de baja a Parragué de la FACh:
 Años más tarde el Congreso Nacional le otorgará el grado de General del Aire, en reconocimiento a su heroica gesta. Nunca más se ha repetido este nombramiento con oficial alguno. de nuestras fuerzas armadas.
Ya en la vida civil, el General Parragué continuó con sus actividades de piloto de aviones Catalina y en 1965, consigue los auspicios de LAN Chile y de otras varias empresas turísticas y vuelve a volar por tercera vez a Isla de Pascua, pero esta vez continuó hasta la lejana Tahiti, cerca de 9000 kilómetros de Chile continental. Demostraba así que la ruta sobre el Pacífico Sur era una realidad y que los vuelos comerciales se harían rutinarios, como ocurre en la actualidad. [Datos extraídos desde diversas fuentes de Internet, y especialmente de Wikipedia].
A ROBERTO PARRAGUÉ
Hombre de visión futura
con el alma siempre en ascuas,
decide volar a Pascua,
más que vuelo, una aventura.

Zarpa con mucho revuelo
de Serena a Rapa Nui,
donde arriba muy feliz
como en veinte horas de vuelo.

Allá lo vieron llegar
con una luna muy clara,
cual Golondrina de Mar

bautizada Manutara,
Rapa Nui fue a festejar.
Desde ese día no para.

 



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