miércoles, 19 de septiembre de 2012

Luis Orrego Luco, otro gran novelista chileno. Por Félix Pettorino.

Luis Orrego Luco (Santiago, 18.05.1866 – Santiago, 03.12 1948]. Hijo de Antonio Lucas Orrego Garmendia, empresario que introdujo el uso de la cera en Chile, y de Rosalía Luco León de la Barra. Sus estudios los realizó en el Instituto Breideistein de Suiza, el Colegio Inglés de Radford y el Instituto Nacional de Santiago de Chile. Posteriormente estudió Derecho en la Universidad de Chile y se tituló de abogado en 1887.
            Sin embargo, su vocación fue la de escribir, ya sea como  ensayista, novelista, periodista o historiador. El primer reconocimiento por esta afición se dio en 1884 cuando ganó un premio en un certamen literario de la Universidad de Chile.
            Fue redactor del diario La Época, de Santiago; pero también cooperó con sus textos periodísticos en cerca de una docena diarios y periódicos, en especial de la capital: La Libertad Electora, el diario Los Lunes y la Revista Artes y Letras.
            Pero también, por cierto, le interesó mucho la política y en 1889 se encargó de la redacción editorial del diario radical El Sur de Concepción. Fundó, además, el diario La Mañana y en 1909, de la edición de la revista Selecta.
            Su éxito y prestigio se lo debió en buena parte a sus creaciones literarias, particularmente en el aspecto narrativo, donde predominaron las novelas de temas costumbristas o históricos relativos al país, como Un idilio nuevo (1892), Santiago (1900), Recuerdos del tiempo viejo (1912), La Revolución de 1891 (1914), Tronco Herido (1929) y Playa Negra (1947). Pero su mayor logro, sin lugar a dudas es la novela Casa grande (1908), que llegó a tener una multitud de ediciones y creo que las seguirá mantieniendo, al menos en el siglo XXI. Según Montes y Orlandi, p. 104, “posee valor real (está) pensada en su época como obra de clave, (esto es, alude a seres humanos que realmente existieron, a pesar de que no se los nombra), hay estudios objetivos y reales de la vida santiaguina. Son análisis detallados, hechos con penetración sicológica, de los vicios y debilidades de una clase social exteriormente esplendorosa: los bajos intereses predominan sobre el amor y la honestidad. El estilo es algo flojo, pero persuasivo y plástico”.
            Orrego Luco practicó también, y con gran fecundidad, el ensayo, donde se destaca mucho el interés por los destinos de nuestro país, particularmente en relación con las naciones más vinculadas a su historia, pasada, presente y futura. Entre los numerosos trabajos de este género, cabe destacar: El gobierno local y la descentralización (Europa - Estados Unidos - Chile) (1890), Páginas Americanas: novelas (1892), Los problemas internacionales de Chile: la cuestión peruana (1901), Los problemas nternacionales de Chile: la cuestión argentina. La Patagonia hasta el tratado de 1881 y negociaciones posteriores (1902), Chile contemporáneo (1904), Episodios nacionales de la independencia de Chile (1810 ) y Memorias de un voluntario de la Patria Vieja (1905).
            En 1891 tomó partido con el ejército revolucionario contra Balmaceda en la ciudad-puerto de Iquique, donde llegó a ejercer el puesto de 2º jefe del Regimiento Chañaral, 5° de Línea. Participó también en los combates de Concón y Placilla, el 21 y 28 de agosto respectivamente, y hasta cayó herido de un balazo.
            Una vez terminada la revolución, como es sabido, con el triunfo de los rebeldes, fue nombrado cónsul general y encargado de negocios en Madrid, cargo que desempeñó hasta 1893. El mismo año fue designado secretario de la legación de Chile en Río de Janeiro hasta 1894. Ese mismo año fue nombrado intendente de Colchagua y posteriormente Ramón Barros Luco lo nombró director de la Escuela de Bellas Artes en Santiago, donde llegó a ser contratado como profesor de Derecho Internacional en la Universidad de Chile, Ministro de Justicia e Instrucción Pública de Juan Luis Sanfuentes Andonaegui, diputado por Osorno entre 1918 y 1921, a nombre del Partido Liberal; luego Ministro Plenipotenciario y Enviado extraordinario en Colombia en 1922, durante el gobierno de Arturo Alessandri Palma, y miembro de la Academia Chilena de la Lengua en 1941 hasta su fallecimiento, ocurrido, como se ha dicho, en 1948. [La mayor parte de los datos ha sido obtenida de Interner, vía Wikipedia, gracias al buscador Google].

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