lunes, 16 de enero de 2012

Un responso para Usted [De Félix Pettorino]

No fue Usted del todo indiferente:
tuvo algunos contactos ardientes
y unas cuantas palmadas
no siempre amistosas
de la gente.

Usted vivió y creció
tratando de descubrir ciertas cosas
que a veces, penosamente,
eran solo migajas de alguna verdad perdida.

En el acto se creyó Usted
con la sapiencia suficiente
y, sin estar del todo seguro,
habló,
gritó,
alzó banderas,
entró en acción,
y marcando un paso audaz y temerario,
aplastó insectos y hojarasca
y disfrutó Usted.

Pero ...¿quién era Usted para desafiar
los probables riesgos inminentes,
las verdades ocultas,
los ominosos asombros del futuro,
lo que hoy ya se sabe improcedente?


No era Usted ningún bicho excelso.
Dios disponía de mejores entes
(bestias en particular)
que también contaban.

Sentía Usted una gran sed del Infinito,
pero para olvidarlo a Usted
todo estaba programado.

Desdeñando realidades,
en el forzado viaje hacia su estrella
se internó Usted
confiando siempre
en que le aguardaba algo mejor que la Muerte.
Pero la Parca estaba allí,
en algún recodo de las vísceras de Usted,
contemplando divertida
el paso ya cansado de Usted
buscando ciego
cualquier cosa que con adecuada fe,
pudiera liberarlo de la Nada.

¿Un oportuno acercamiento a Dios
tal vez?

Entonces,
se murió
Usted.

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