lunes, 16 de enero de 2012

El vuelo de la abeja. [De Félix Pettorino]

Suspensa entre el azul que la rodea,
vive su día como el día primero;
inmersa en el aire que la eleva,
vive su día como el día postrero.

Porque no habrá luz más luz que la vida
ni hondor más profundo que la Nada,
feliz está de hallarse en la partida,
ignorando que el final todo se acaba.

El polen de todos los prados liba
bañándose en copón de terciopelo
y sus alas de arco iris bruñidas

dan a cada flor son de violonchelo.
¡Goza, abejita, la miel de la vida!
Quizás sea este tu último vuelo.

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