viernes, 27 de abril de 2012

Una carta entre lingüistas sobre ciertos verbos intransitivos del Español. De Félix Pettorino a Dra. Margarita Makuc

Estimada Dra. Margarita Makuc Sierralta, estimada colega y amiga:

Sin el menor ánimo de crítica, (ya que se trata de un tema algo espinudo y no tratado en profundidad, y menos aún exhaustivamente), te contaré brevemente mis escasas experiencias acerca de los verbos intransitivos inergativos puros o inacusativos, que (como ciertamente tú ya muy bien lo sabes), están esporádicamente tratados en varios capítulos de la enorme “Nueva Gramática de la Lengua Española” de la RAE del reciente año 2009.

Lo poco y nada que sé se podría resumir en lo que te expongo a continuación, a título de mero comentario, a ver si encuentras algo, una idea o un dato (por pequeño que sea) para tu interesante investigación en proyecto. Como defensa ante el trato superficial del tema, recuerda que soy un profe ochentón, que ha tenido que aprender estos descubrimientos  de los gramáticos minimalistas de hoy, que (top secret) no les gustan para nada a algunos actuales un poco menos antiguos que yo, como don Manuel Seco Reymondo, quien estima que estos estudios son una suerte de visiones microscópicas, algo así como miniaturas del lenguaje, en que los infinitos y tupidos arbolitos que se van descubriendo casi-casi no permiten ver el bosque… Y, bromas aparte, a pesar de que es el profesor Ignacio Bosque el encargado de los dos volúmenes, cada uno notoriamente mayor que la GRAE de 1931, ¡de algo más de mil  paginitas en total! ¡Menudo trabajo tienen los profesores de hoy!

Vamos a lo que creo que sé, a ver si con algo pudiera ayudar, al menos con el estímulo de mis palabras a tu importante investigación.

Hay ciertos verbos intransitivos que admiten ocasionalmente ciertos usos transitivos, como caer, crecer, llegar, morir, nacer. Suelen denominarse inacusativos o semideponentes. Son obviamente un subgrupo de los intransitivos. Los demás v. intransitivos suelen denominarse intransitivos puros o inergativos y rechazan las particularidades de los inacusativos, que los acercan a los transitivos.

Los verbos inacusativos son verbos intransitivos que poseen propiedades en común con los transitivos. Por un lado los sujetos no son propiamente agentes, por los que se asimilan a los complementos directos de los verbos transitivos. Por otro lado hay que recordar que en la lengua medieval admitían la constr. con ser + participio pasivo (Fue nacido o Fue nado). Admiten además cláusulas absolutas: Pasado el peligro…, Desaparecido el dictador…, Llegado el otoño… Los otros intransitivos, llamados puros o inergativos, que rigen un sujeto agente, al estilo de “Nosotros viajamos por toda la zona austral de Magallanes”, rechazan estas particularidades y no admiten construcciones con la función de claúsulas absolutas: *Viajados ya a Copiapó, nos dirigimos al hotel”. Salvo en el uso participial adjetivo puro, que se estima como inergativo, “Juan es un hombre muy viajado”, esto es, ‘que ha viajado mucho’, nos damos cuenta al tiro de que aquello (lo primero de arriba. que, como lo sabes,está marcado con un asterisco) no es español…

Construcciones inacusativas: Se forman con verbos inacusativos. Muestran rasgos de los v. deponentes latinos (pasivos con sentido activo). Y en la lengua antigua, particularmente durante el medioevo, construían sus tiempos compuestos  con el aux. ser como pasivos o semideponentes:  “Cuando sea nacido el príncipe heredero…”; Quedan en el español actual algunos restos de aquello, como “cuando sea llegado el momento. Como acabamos de apreciarlo, una característica de estos verbos es que llegan a tener una interpretación activa (y no pasiva) cuando modifican a un sustantivo: “Un regalo caído del cielo” = ‘que ha caído del cielo’; “una chica bien crecida = ‘que ha crecido mucho; “Un niño nacido ayer” = ‘que nació ayer’; “"El asaltante  muerto de un balazo, cayó desde el techo"; etc. Parecería que solo el verbo intransitivo inacusativo puede pasar “dialectalmente hablando” a regir complemento directo; no así el inergativo puro que admite en el español común o general (no dialectamente) el uso transitivo:  “Corrí cien metros”; “Mañana corro la maratón”; “Gané corriendo a la yegua Julieta”; "Bajé el cerro", "Subí la escala".

         Ahora bien, en lo que respecta a Chile, según lo que me parece haber leído u oído (no investigado en profundidad, como tú lo haces tan bien)) en la zona Austral, desde Chiloé (tú agregas hasta Magallanes), ha prosperado un uso dialectal que consiste en emplear verbos  intransitivos inacusativos como si fueran realmente transitivos. Así, por ejemplo, el DECh, en su tomo I de 1984, p. 726, anota como 6ª acep. causativa o “factitiva” de caer la tr. fam. (hoy colql.) ‘botar’ ; ‘hacer o dejar caer’, aplicable solo a las regiones de Los Lagos y Chiloé. Hay dos ejemplos del autor chilote Agustín Álvarez Sotomayor: “Ten cuidado, no caigas ese tintero”; y “Tuve que caer un árbol del monte”. Por su parte, en el tomo I del NDECh ( IX del DECh) se consigna como 7ª acep., con las mismas referencias toponímicas,. la colql. de ‘botar (alguna cosa)’, ‘hacer(la) caer o dejar(la) caer’ del mismo autor chilote. Ambas versiones del DECh, consignan también un uso similar para crecer: ‘criar (a alguien) (p. 570 del NDECh): ‘criar (a alguien), con un ej.de Oroz, p. 449, 1966, como “Voces de la zona de Chiloé”): Por mi parte, he hallado, además, un uso tr. fest. y colql.del verbo salir, que está incorporado en el DECh, , 4ª acep., (pp. 4172 y 4173):’ expulsar, ‘obligar a otro(s) a abandonar el lugar donde est(án)’. Los dos ejemplos encontrados son impersonales de 3ª pers. pl.: “Se lo pasó pidiendo una salida al mar, y tanto jorobó, que al final lo salieron a él”(diario La Estrella de Valpso 17176, 1979); y “Salieron a la Juana por ladrona” (4º tomo del Dicc. de l presbítero Manuel Antonio Román, s. v. salir, año 1916-1918).

Pero hay también un hecho de lengua (que no parece ser dialectal) que consiste en convertir verbos intransitivos de movimiento, que son inergativos, ya que incluyen la mención o alusión a un agente del traslado, como bajar, caminar, correr, galopar, saltar, subir, entrar, trotar, etc., y que muy fácilmente se transfiguran en transitivos causativos inacusativos, con el sentido de ‘hacer bajar’, ‘hacer correr’, ‘hacer saltar’, ‘hacer subir’ (a alguien a a algo). Ej. de los dos casos extremos: “Mientras yo subo, tú subes los regalos”; “De vuelta de vacaciones entré a la casa y no tuve quien me entrara las maletas”. Pero existen también casos extraños como el del verbo ir, (el del movimiento puro): se resiste a estas conversiones.

¿Qué podría hacerse ante un tema de este calibre?

Primero: Me parece adecuado intentar hacer un inventario tan completo como sea posible de los intransitivos usuales en diversas localidades de la región de Magallanes divididos en los dos grupos de inergativos e inacusativos, cada verbo con los ejemplos de textos que los encuestados o entrevistados de la zona austral de Chile (Chiloé a Magallanes) pudieran aportar. Me parece evidente que el fenómeno no es puramente magallánico, sino también chilote y, a lo mejor, originariamente chilote).
Segundo: Presentar los textos aportados de Chiloé a Magallanes con la opinión de usuarios entendidos de otros lugares al norte de Chile (o también de regiones limítrofes argentinas, para apreciar si estos usos son tan típicamente australes chilenos como parece)
Tercero: Esforzarse por lograr la convicción , mediante lecturas de textos en español común, por ejemplo de algunos autores peninsulares muy conocidos de ayer y de hoy y encuestas y entrevistas o búsquedas de usos transitivos de verbos intransitivos inergativos (como “Entré a la casa” frente a “Entré el perro a la casa” de si en estos casos cabe hablar de uso dialectal inacusativo de un verbo inergativo (a mí me parece que no), y no de un empleo que es más bien  propio del panespañol o de otros lugares en que se habla nuestra lengua  y que, en ningún caso, podrían llegar a estimarse como un dialectalismo, o bien, que se trata más bien de un dialectalismo compartido, además de Chile,  por usuarios de otras regiones del hablar hispánico. Esto permitiría restringir el inventario de los verbos intransitivos que admiten en nuestra zona austral el uso inacusativo.
Cuarto: Tu investigación podría presentar un mapa de la zona austral de Chile (v.gr.: Chiloé y Magallanes) en que estén marcados con puntos o de otro modo las localidades o las zonas donde se han descubierto los dialectalismos inacusativos y las que son reacias a ello.

Por último, al margen de lo expuesto, creo que los dialectalismos suelen ser no solo fonológicos, como la neutralización en la posición distensiva de la sílaba de /l/ con /R/ en favor del archifonema /L/ (Vor a il” por Voy a ir”); (o también /R/ (¿Un sanguchito ‘e parta? por ¿Un sanguchito ‘e palta?),  sino básicamente fonéticos, como [f] > [x] en [fué] > [xué], por asimilación regresiva del wau, común en casi todo el español popular hablado en Chile. Creo que no cabría hablar, en ninguno de estos casos, de “subdialectalismos magallánicos”, ya que abarcan, no solo el habla popular de Chile, sino muchas otras hablas vulgares del español americano y hasta peninsular. Este tema está desarrollado, entre otros trabajos por la Fonética Chilena que obsequié a la Biblioteca de la U. de Magallanes,
Bueno, mi querida y bien admirada Margarita. Eres una flor lingüística en la primavera de la vida. Los botones excelsos como tú son extremadamente escasos. Y hay que cuidarlos para que den los abundantes frutos que de ellos se esperan. He hecho modestamente lo posible, no tanto por ayudarte, sino por parlotear familiarmente para estimular tu trabajo en el área de la investigación dialectal de tu amada querencia, el magnífico y exuberante territorio magallánico, que tuve la oportunidad de admirar y de gozar en la plenitud de toda su natural y maravillosa grandeza.
Recibe un apretado abrazo de tu colega y amigo Félix M. Pettorino.

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