La Pérgola de las Flores, comedia musical chilena. F. Pettorino y R. Luttges.

Francisco Flores del Campo [Santiago, 16.03.1908 – Santiago, 11.12.1993]. Su vocación musical empezó a plasmarse en su adolescencia, cuando contaba solo con 15 años. Su maestro de canto fue el profesor Claudio Massuetto. Seis años más tarde, en 1929, obtuvo una beca de la Municipalidad de Viña del Mar para proseguir sus estudios en los Estados Unidos, lugar donde incursionó ocasionalmente en la cinematografía, actuando en un rol menor en la película El día que me quieras, junto a Carlos Gardel. Al mismo tiempo, tuvo la oportunidad de actuar como artista novato en clubes nocturnos de Nueva York y Los Ángeles. En 1939, trayendo en su mochila las valiosas experiencias logradas en el país del norte, regresó a Chile. Así fue como, a poco andar, fue  protagonista de una de las primeras producciones cinematográficas nacionales, Romance de medio siglo de Chile Films y poco más adelante se convirtió en el director artístico del Casino Municipal de Viña del Mar.

Una delicada afección a la garganta le cortó de raíz la posibilidad de proseguir cultivando “il bel canto”, mas esto fue lo que le permitió entregar todas sus energías a la actividad creativa de la composición musical, en la que poseía notables condiciones, como quedó demostrado a lo largo de sus numerosas y bien celebradas composiciones, que fueron interpretados por cantantes de gran éxito, como Vicente Bianchi, Los Charchaleros, Arturo y Lucho Gatica, Los Cuatro Huasos, Silvia Infantas, Leo Marini, Antonio Prieto, Sonia y Miriam, Valentín Trujillo y Pedro Vargas, entre otros. Produjo más de 150 obras musicales de corte romántico o folclórico, una buena parte de ellas vigentes hasta el día de hoy.

Pero ciertamente su obra más popular, aún en el extranjero, es la musicalización de la comedia musical La Pérgola de las Flores de la autora chilena Isidora Aguirre, estrenada en 1960, y ambientada en el Santiago de principios de siglo, hacia la década de 1930 aproximadamente. Flores del Campo compuso la música en función utilizando los ritmos que se hallaban en boga de aquella época, utilizando principalmente melodías típicas del folclore criollo, incorporando ritmos como el charleston, el vals (Yo vengo de San Rosendo o Campo lindo), cuecas (La revuelta), el tango-habanera (Je suis Pierre) y la tonada (Tonada de medianoche). La Pérgola de las Flores es, sin lugar a dudas, la comedia musical más destacada en la ya larga historia vodevilesca de nuestro país y constituyó, como se ha dicho, “uno de los hitos de la historia del teatro chileno de la segunda mitad del siglo XX”.

A pesar de no estar fundada en hechos históricamente comprobables, ya que se trata  de una obra de fantasía, la base del ambiente, los personajes, las costumbres y la ideosincrasia de la gente es absolutamente realista y refleja muy bien la idiosincrasia, no solo capitalina, sino provinciana y, en consecuencia integral, de nuestro pueblo. Junto con su autora, Isidora Aguirre, mereció diversos galardones por ello, como el Premio de la Crítica y el Luis Alberto Heiremans de la popularidad teatral, además del Premio Municipal de Santiago (1964) por “Los papeleros” y luego por “Los que van quedando en el camino”, Premio Eugenio Dittborn por “Lautaro”, Premio Casa de las Américas (1987) por “El Retablo de Yumbel”,y, como si esto fuera poco, la medalla de Santiago por su invaluable aporte a nuestra cultura nacional. [Datos obtenidos de Wikipedia, en Internet].

§                      

A FRANCISCO FLORES DEL CAMPO.

De Rafael Luttges, el Viejo Trovador  Porteño.

Cientos de obras musicales

nacieron de sus talentos,

y que por los cuatro vientos

las cantaban mil juglares.

Por sus bellas creaciones

de la música y el teatro,

se erigió un anfiteatro

merecido en galardones.

Destacada hasta estos días

una música de amores,

que este Chile acuñaría

por varias generaciones,

y que se escucha a porfía:

La Pérgola de las Flores.