viernes, 13 de abril de 2012

¿Existe el Antimundo? De Félix Pettorino, que viajó al Antimundo.

"Viaje al Antimundo" es un relato de ciencia ficción escrito por Félix Pettorino. El protagonista es un niño de 12 años que sufre las angustias propias de una amarga condición familiar (ha muerto trágicamente su amado padre y al poco tiempo su madre se ha casado con una visita asidua), por lo cual huye desesperado de su hogar hasta una playa desierta, donde es invitado por un extraterrestre a visitar un planeta lejano, el Antimundo, llamado así porque la vida allá es absolutamente antagónica a la de la Tierra, se desenvuelve feliz para todos sus habitantes, ya que no existen las desigualdades etarias, sociales, sexuales, económicas ni raciales, no circula el dinero, no existen guerras ni son posibles las revoluciones, no hay ejércitos, policías, tribunales ni cárceles. Y no hay leyes, porque no es posible que aflore la maldad, todo es gratuito y conforme a las necesidades de cada uno, todos trabajan en lo que les agrada según su vocación y hay una solidaridad y tolerancia absoluta a todas las creencias e ideologías, que echa por tierra la posibilidad de cualquier conflicto violento, como suele suceder acá, en el maltratado mundo en que vivimos y morimos condenados a lo que se ha dado en llamar "este valle de lágrimas"....


Descripción reflexiva.

Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé, en el 510 y en el 2000, también…” nos cantaba en 1935 Enrique Santos Discépolo, el creador del famoso tango pesimista pero a la vez verdadero, tanto que ha estado vivo en el alma de todo el planeta hasta el día de hoy. Supera con creces al “Valle de lágrimas” con que la vida terrestre es definida resignadamente en varias de nuestras oraciones, si es que las rezamos. El efecto se torna brutal, pero también verídico en los dichos criollos: “El que se manea es vaca… y le sacan la leche” o “Este mundo es de los vivos” y “El que menos corre, vuela”, etc.
Sólo nos queda una añorada esperanza, que vislumbramos casi como imposible: ¡que en el Universo, exista un planeta en que la vida totalmente feliz de sus habitantes sea todo lo contrario de la nuestra!
Y la ciencia, o mejor la ficción de la ciencia, puede venir en nuestro auxilio: “sucede que en nuestro Universo siempre ha coexistido lo blanco con lo negro, el bien con el mal, lo real con lo que es irreal, el ser con la nada, la poesía con la antipoesía, materia con la antimateria, el protón con el antiprotón...”,
¿Y por qué no, ya que se ha dado el imperfecto mundo en que vivimos, no existe también, aunque sea muy lejano, su antítesis total, esto es, el perfecto Antimundo? Ahi se van a presentar, desde todos los puntos de vista imaginables, las virtudes, las éticas, las teologías, las organizaciones familiares, sociales, económicas, políticas, raciales, sexuales, etc., más excelsas y que nosotros distamos mucho de vivir, de experimentar, de conocer y de disfrutar al máximo como debiera ser.
Este cuento infanto-juvenil titulado “Viaje al Antimundo” nos muestra, a través de un mágico espejo radiantemente real o imaginativo, al Antimundo, o sea,  a aquel planeta maravilloso que podemos vivir en plenitud recorriendo sus páginas…












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