martes, 17 de abril de 2012

Marcela Paz, autora de las aventuras de Papelucho. Félix Pettorino y Rafael Luttges


Ester Huneeus de Claro (Marcela Paz) [Santiago 1902 – Santiago, 11.06.1985). Hija de una familia acomodada de la capital, muy prolífica (8 hijos). En su condición de mujer de aquella época, como era costumbre, no concurrió a ninguna escuela ni liceo, sino que fue formada domésticamente, con una educación básicamente hogareña, en que, además de las labores de casa y de cierto baño superficial de cultura europea, estaba obligada a iniciarse en un arte hogareño, incluido privilegiadamente el piano. Ya adolescente y a guisa de complemento, realizó algunas incursiones esporádicas en la Escuela de Bellas Artes, pero su acendrado afán por la lectura y su vocación creativa en lo literario, no la abandonó nunca.
            Mantuvo siempre una gran identificación personal con la niñez, nunca dejó de sentirse “como una niña de verdad”, siguiendo un consejo de Jesús. Testimonio de ello es su primera colección de cuentos, titulada “Soy colorina”, publicada en 1934, donde junto con el dominio estético de la pluma, surge el profundo dominio sicológico que posee respecto de ese  mundo de fantasía que caracteriza a la infancia.
Pero fue en 1947 cuando apareció el primer exponente de la obra que la llevaría a la inmortalidad en la mente y el corazón de los niños chilenos. Papelucho, obra fundada en el imaginario diario íntimo de un muchachito de 9 años, que hechiza por igual a chicos y a grandes a través de la espontánea fantasía y del inocente gracejo, libre de prejuicios de los niños de esa edad. El éxito logrado con esta primera publicación estimuló a la escritora a escribir la continuación, con Papelucho casi huérfano (1951), Papelucho historiador (1955), Papelucho detective (1957), Papelucho en la clínica (1958), Papelucho perdido (1960), Papelucho y mi hermana Ji (1964), Papelucho Misionero (1966), Papelucho y el marciano (1968), Papelucho y mi hermano hippie (1971), Papelucho en vacaciones (1971), Papelucho ¿soy dixleso? (1974). Demás está decir, que el éxito de estas obritas infantiles fue tan grande que, aparte de que hasta hoy se leen en escuelas y colegios, han sido traducidas a varios idiomas, empezando por el inglés.
Según la propia autora, escribió las aventuras de Papelucho porque estaba convencida de que a los niños hay que educarlos entreteniéndolos y divirtiéndolos, teniendo presente lo mucho que había sufrido de niña leyendo historias tan tristes como David Copperfield u Oliver Twist de Charles Dickens.
Por todo aquello, Marcela Paz se hizo más que acreedora a ganar para sí el Premio Nacional de Literatura que por unanimidad se le concedió en 1982.

A MARCELA PAZ

Sonetillo de Rafael Luttges, el Viejo Trovador Porteño

De familia acomodada
pero educada en su hogar,
la hacen pronto incursionar
y en las letras destacada.

Escribió para los niños
Colorina y Papelucho,
ese chico algo flacucho
y que hasta hoy nos hace guiños,

Fue esta novela aliñada
en una mente de ensueños
la que la hace bien horneada

y la alaban con empeño
la crítica deslumbrada
y los niños con sus sueños.

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