viernes, 17 de febrero de 2012

Reminiscencias de amor al puro estilo francés.

Fue en el mes de setiembre pasado, para el día 20, cuando fuiste al cine y luego a la Quinta “El Rosedal” con tu hermano y su esposa Lila. Ahí escribiste en francés, en ese bello idioma que sabes manejar y pronunciar tan deliciosamente:

“Aujourd’hui je suis plus seule que jamais.
Je suis allée au théâtre avec mon frère et Lila. Je n’ai pensé qu’à tpoi pendant tout le spectacle.
Après, nous sommes allés dîner au “Rosedal”. Là, on respirait par tout la joie. On dansait, on buvait, on s’amusait. Au milieu de cette atmosphère pleine de musique, de vin, de gaieté, je me sentais comme dans un désert. Je pensais à toi. Je te voyais dans ta chambre pensant à moi, comme tu m’avais dit. Je pensais beucoup à toi aussi, mon amour. Je ne pouvais ecarter ton image de ma pensée, et ce fut alors que je compris ces mots que tu m’avais dit une fois: “Je ne peux pas aller sans toi nulle part, parce que me me sens seul”. Moi aussi, mon aimé, “je ne peux pas aller quelque part, m’amuser et me sentir heureuse sans toi. Je me sens incomplête. C’est comme si je lassais une partie de moi-même avec toi, ou plutôt, toi, tu es une part de moi-même.
Maintenant je ne pourrais vivre sans toi, “mon amour””.
Je voudrais dire cela comme je le pense, intensément”.

Estoy ansioso por traducir lo más literalmente posible tus amorosas palabras, que son las más bellas que has creado para mí:

“Hoy día me siento más sola que nunca.
Fui al cine con mi hermano y Lila. Y no he pensado sino en ti durante toda la función.
Más tarde, hemos ido a cenar al “Rosedal” (una “Quinta de Recreo” del paradero 18 de la Gran Avenida). Allí se respiraba la alegría en todas partes. La gente bailaba, bebía, se divertía. En medio de esta atmósfera tan llena de música, de vino, de alegría, yo me sentía como en medio del desierto. Pensaba en ti. Te veía en tu cuarto, pensando en mí, como tú me lo habías dicho. Yo pensaba también mucho en ti, mi amor. No podía separar tu imagen de mi pensamiento. Y fue entonces cuando comprendí aquellas palabras que tú me habías dicho alguna vez:  “Yo no puedo acudir sin ti a ninguna parte porque me siento solo”. Yo, amor mío, tampoco puedo ir a alguna parte, a divertirme y a sentirme feliz sin ti. Me siento incompleta. Es como si yo dejara una parte de mí misma contigo, o más bien, que tú eres una parte de mí misma.
Ahora yo no podría vivir sin ti, amor mío. 
Yo quería decirte esto, como hoy lo estoy pensando, intensamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario