sábado, 7 de julio de 2012

La avaricia suele ser sorda, ciega y muda...

          Es inútil decirle.

                   Soneto de Félix Pettorino.


Al que ama las riquezas de este mundo,
al que sólo colmado y feliz se siente
cuando capta el tintineo prepotente
del oro entre billetes nauseabundos,

sin importarle su destino inmundo
al trocarse en opresión y muerte,
hay que gritarle con la voz más fuerte:
“–Estarás algún día moribundo,

en la tumba ningún tesoro es caro:
si es material, no vale ni sencillo,
y ante Dios no puede ser más claro

que hasta del oro, falso sea el brillo”.
Mas, es inútil recordarle al avaro
que la mortaja nunca trae bolsillos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario