¿Sabía usted que el primer ferrocarril de Sudamérica se instaló en Chile?

1798: Guillermo (Willian) Wheelwright [Newvery Port (Massachusetts, Estados Unidos) 18.03.1798 – Londres (Inglaterra), 26.09.1873)] y el primer ferrocarril de Sudamérica. Marino norteamericano que dada la casualidad (de un naufragio) llegó a Sudamérica por la vía de Ecuador. Más tarde, después de haberse casado en 1828 con Marta Bartlet en su país natal, se vino a Valparaíso donde se dedicó principalmente al comercio marítimo. En 1835 el gobierno de Chile le otorgó la concesión para crear la navegación marítima a vapor por todos los mares y aun los ríos de Chile, y a raíz de ello la organización conocida hasta hoy con el nombre de Pacific Steam Navigation Company (PSNC). En 1839 llegaron a a Chile los dos primeros vapores, el Chile y el Perú.

            Wheelwright inició también en el país la extracción del carbón para sus naves. En 1842, después de haber fracasado temporalmente en su intento de tener una línea férrea entre Valparaíso y Santiago, fue el pionero realizador del ferrocarril de Copiapó a Caldera, el primero, no solo de Chile, sino que de Sudamérica de habla española. Habiéndose empezado los trabajos en 1850, el próximo año, para la Navidad, empezó a correr el ferrocarril uniendo a ambas ciudades de nuestro Norte Chico.

En una página de Google puede leerse un hermoso artículo que recuerda y celebra tan fausto acontecimiento y que extractamos someramente: “El día de Navidad de 1851 fue inolvidable para Copiapó. Al ritmo de campanas y silbatos el primer tren que hacía un trayecto completo desde Caldera hizo su entrada a la llamada capital de la plata, arrastrado por una locomotora bautizada con el nombre de la ciudad. La comandaba el maquinista John O'Donovan a quien la gente apodó "car'e fuego" porque al resplandor del fogón sus patillas rojizas parecían llamaradas, según cuenta Ian Thomson, coautor de la "Historia del Ferrocarril en Chile”. Fue el triunfo de la voluntad del empresario William Wheelwright, estadounidense avecindado en Chile, quien luego de impulsar con éxito la fundación de la Pacific Steam Navigation Company, se embarcó en la empresa de desarrollar el primer ferrocarril chileno. La idea había sido esbozada originalmente por el relojero porteño Juan Mouat, quien hizo los primeros estudios al respecto por el año 1845 e incluso logró una concesión pero el proyecto no prosperó.  Wheelwright, infatigable creador de empresas, no improvisó y consiguió interesar a varios acaudalados empresarios, obteniendo un capital inicial de 800 mil pesos de la época”. Según cuenta Benedicto González en su “Historia del Ferrocarril de Caldera a Copiapó”, “el primer convoy llevó dos coches con 50 pasajeros cada uno y dos carros cisterna. El tiempo empleado fue de 240 minutos, y la velocidad promedio fluctuó entre 25 y 30 kilómetros por hora”.