sábado, 2 de junio de 2012

¿Es verdad que dentro de cada uno está Dios aconsejándonos o consolándonos?

 Debe ser cierto...
[Lo que piensa Félix Pettorino]

No sé si al nacer
era yo
sólo una partecita de Ti,
o si Tú sólo estabas ayudando.
No lo sé.

Aunque no es nada fácil,
trataré de acordarme.

            Cada día que renazco
            siento no saber
         quién soy yo
   ni qué  puedes hacer Tú
          siempre a mi lado.
   Sólo sé que hay momentos
           en que después de algún acto,
     con suave golpe
         me anuncias
        si estás contento
           o si te he fallado...

A veces presiento
que has vivido siempre
dentro de mí
y no sabría por qué
me haces disfrutar
de tantas regalías.
También estoy a punto de saberlo
en los momentos buenos
en que es un roce de alas
toda mi respiración,
como si todavía,
inocente y radiante,
me hallara en Tu seno,
nuevamente distante
y feliz,
murmurando canciones
del amor más puro.

Pero muy pronto
te vas.
Creo entenderlo:
hay otras almas
abandonadas
tal vez sufriendo
y esperando.

Día a día acaricia mi piel
ese polvo de estrellas
que deja en mí
aquel dulce eco tuyo,
sin ostentación ni palabras.

Deber ser cierto
eso que unos locos
andan por las calles cantando
con el corazón abierto
y la emoción temblando:
¡El amor que siento fluye de Dios!

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