martes, 6 de marzo de 2012

Prólogo del profesor Eddie Morales Piña.

El Español de Chile.
[Colección de trabajos del prof. Félix M. Pettorino]
               
             

 Introito

En los primeros años del inicio del Tercer Milenio y comienzos del siglo XXI, la humanidad se enfrenta a una época marcada –muchas veces de una manera exagerada– por una primacía de la acción sobre la reflexión y el pensamiento.  Desde mediados del siglo recién pasado, la acelerada especialización de la ciencia y la tecnología ha conllevado a un tipo uniforme de progreso material en ciertas sociedades que amenaza con menoscabar el cultivo de los valores intelectuales como ámbito propio de la actividad que enriquece el espíritu.

Como es bien sabido, la cultura del mundo clásico sirvió de modelo y paradigma para la configuración de los rasgos que definen nuestra civilización occidental y cristiana, a través de sus lenguas e instituciones, sus ciencias y sus literaturas, sus modos de vivir y de pensar.  Ciertamente que nuestras sociedades actuales tienen sus raíces en este precioso legado histórico-cultural, que, por ende, estamos obligados a preservar como patrimonio.

La palabra (logos, verbum, al decir de los clásicos) como vehículo de comunicación oral y escrita, la filosofía como búsqueda de la verdad, el mensaje siempre actual del griego y del latín, la indagación del pasado histórico, las expresiones estéticas a través del arte y la literatura, así como otras disciplinas integradas en el marco de las Humanidades, constituyen los saberes, actitudes y destrezas que modelan la vida intelectual.

Nuestra Facultad de Humanidades de la Universidad de Playa Ancha tiene como misión fundamental preservar estos valores clásicos mediante los estudios de humanidades que constituyen la base de la capacidad creativa e innovadora de la persona, objetivo principal de la educación, y de la formación integral del hombre. Desde siempre en su devenir histórico se ha buscado conservar y acrecentar el patrimonio cultural en el área de las humanidades de lo que han dado cuenta en las últimas décadas múltiples publicaciones de los/as académicos/as de la Facultad.

En este sentido, la Facultad de Humanidades tiene entre sus prioridades como unidad académica la publicación de libros, manuales de estudio y revistas, generados al interior de los cuatro departamentos dependientes de ella. Con este fin, hace algún tiempo, se crearon las Ediciones de la Facultad de Humanidades, cuya finalidad ha sido proyectar el saber, como también dar cuenta de las labores de investigación de sus académicos y de la extensión de la Facultad.

En los últimos años se han publicado más de una veintena de textos, entre libros y manuales que abarcan las áreas disciplinarias de la Lingüística, de la Literatura, la Antropología, la Historia, la Filosofía, entre otras. Además, edita cinco revistas, siendo la más antigua la Nueva Revista del Pacífico que publica estudios literarios y lingüísticos, seguida de Notas Históricas y Geográficas. Tres centros de estudios tienen sus propias publicaciones: Cuadernos del Pensamiento Latinoamericano (Centro de Estudios del Pensamiento Latinoamericano), Anuario Hélade (Centro de Estudios Helénicos) y Al Nur (Centro de Estudios Arabes).

 

 

Homo humanitatis


Uno de los humanistas más destacados de la Facultad de Humanidades es, sin duda, don Félix Morales Pettorino, autor del libro que ahora tengo el honor de prologar. El profesor Morales Pettorino, lingüista, educador y abogado, nació en Valparaíso y estudió Pedagogía en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, en Santiago. Como estudiante colaboró en investigaciones lexicográficas con el distinguido lingüista y filólogo Rodolfo Oroz Scheibe y su memoria de título, patrocinada por la distinguida educadora Irma Salas Silva, versó sobre “Recomendaciones para un Programa de Castellano Funcional”, titulándose como Profesor de Castellano en 1949.

En 1952, después de dejar sus clases en el Liceo Manuel Barros Borgoño y en la Universidad Popular Valentín Letelier de la capital, llegó a Valparaíso a enseñar al Liceo Eduardo de la Barra. Más tarde, se incorporó a la Universidad Católica de Valparaíso como Profesor de Gramática, y también al Instituto Pedagógico fundado gracias al esfuerzo y la visión de otro sobresaliente humanista porteño, don Óscar Guzmán Escobar, uniéndose después de un tiempo a la Universidad de Chile, sede de Valparaíso, a través de la Facultad de Filosofía y Educación, dando origen posteriormente a lo que es hoy nuestra Universidad de Playa Ancha.

Conocí a Don Félix en la década del 70 del siglo pasado, cuando ingresé a estudiar Pedagogía en Castellano, precisamente a la Facultad de Educación y Letras de la sede porteña de la Universidad de Chile. El primer encuentro con el profesor Morales Pettorino fue en la oficina de la Jefatura de Carrera, por cuanto él servía este cargo. Luego, lo tuve como profesor en distintas disciplinas como la gramática, la fonología, la gramática diacrónica. En cada una de estas cátedras pude conocer y aquilatar el saber de Don Félix, como también su profunda capacidad para enseñar a adentrarse en las complejas materias que formaban parte de nuestra formación disciplinaria y profesional. Paulatinamente, además, fui descubriendo al formador, al maestro, preocupado no sólo por la entrega de los contenidos, sino por la formación integral de los jóvenes que tenía frente a sí en el aula.

De este modo, se fue prefigurando la imagen del humanista que es don Félix Morales Pettorino; la imagen modélica del maestro que quería entregar lo mejor para sus formandos, pues como escribía hace algunos años atrás Fernando Silva Sánchez, “conocedor seguramente de la verdad expuesta por un pedagogo norteamericano en el sentido de que el profesor que es solamente profesor, es un mal profesor, Félix ha contribuido de modo imponderable, pero real y eficaz, a educar, a formar personalidades”.

Humanista integral, el profesor Morales Pettorino, no sólo ha dejado profundas e imborrables huellas en quienes le conocimos como maestro en el proceso formativo profesional, sino también sus huellas están en los frutos de su trabajo profesional, cumpliéndose cabalmente en él las palabras del Rabí (Maestro) de Nazareth, cuando le dice a sus discípulos que los hombres serán conocidos por sus frutos. Ciertamente, los frutos abundantes de don Félix en el ámbito académico son sus obras, pues en el plano más íntimo está su gran familia que formó con su esposa Inesita Hernández, que es también profesora (de Francés).

 

Opus operatum


Las obras de don Félix Morales Pettorino son abundantes entre artículos, monografías y libros sobre temas gramaticales y lexicológicos, que se extienden desde 1960 cuando publicó “Elementos de Análisis Lingüístico” y “Breve índice de correcciones idiomáticas”, hasta su monumental “Diccionario ejemplificado de chilenismos”, que consta de un “Estudio Preliminar” y de ocho volúmenes, publicados entre 1983 y 2006. Varios de los libros de don Félix, con varias ediciones “corregidas, aumentadas y puestas al día”, fueron lectura obligatoria en los cursos que seguí con él, como por ejemplo, “Correcciones idiomáticas” (1966), “Las encuestas lingüísticas como método de enseñanza del Castellano” (1967), en coautoría con la prof. Marina González Becker, “Gramática para textos” (1966), en coautoría con los profs. Dora Mayorga Aravena y Óscar Quiroz Mejías, el “Manual de Fonología Española” (1975), en coautoría con el Dr. Daniel Lagos Altamirano, “Dudas y problemas gramaticales” (1990-1991), en coautoría con el prof. Óscar Quiroz Mejías y últimamente la “Fonética Chilena” (2003). Recuerdo vivamente cómo el profesor Morales nos asignaba a cada uno de sus alumnos diversos problemas gramaticales que debíamos resolver con sus textos y orientación y exponerlos ante el curso, cuando al azar nos nombraba y nos decía “a la palestra”. Al momento de redactar este prólogo, tengo a la vista en mi escritorio la edición príncipe de la obra “Los verbos en –ear en el español de Chile”, que escribiera don Félix con la colaboración de dos de sus más connotados discípulos en la investigación lexicográfica, nos referimos a la profesora Dora Mayorga Aravena y al profesor Oscar Quiroz Mejías, actual Rector de la Universidad de Playa Ancha, quienes también fueron mis maestros en la cátedra universitaria. La obra fue publicada por la desaparecida Editorial Del Pacífico en el año 1969 y en la solapa del libro se dice que es “producto de varios años de serio y concienzudo trabajo, ofrece al lector la posibilidad de disfrutar de un aspecto interesante y novedoso de nuestra lengua, cual es la “gran familia” de voces en -ear, -eo, -eado, -eada, -eadura, -eante, -eaje, -eoso, -eación, etc., riquísimo caudal que mana directamente del uso del idioma español de Chile, avalado por miles de citas de más de un centenar de autores contemporáneos”. Más adelante, se informaba que los autores estaban trabajando en una obra de gran envergadura, el “Diccionario Ejemplificado del Español de Chile”, que, como es sabido, se concretó exitosamente con el transcurrir del tiempo, siendo premiada con el honroso galardón “Conde de Cartagena” de la Real Academia Española.

En los últimos años, el profesor Morales Pettorino ha incursionado en el ámbito de la literatura, escribiendo en el género narrativo y también en el lírico. Es, tal vez, una faceta poco conocida en él por cuanto se le identifica fundamentalmente como gramático o lexicógrafo. Sin embargo, resulta interesante leerlo como creador literario, especialmente en los relatos que transitan por el ámbito de la literatura infantil y juvenil. Por otra parte, su novela “La crucificada del Cerro Cordillera”, Don Félix la ha calificado de “esperpéntica” y en ella los chilenismos le sirven para hilvanar una historia interesante que pone a prueba al lector por la profusión de modismos y el léxico tan peculiar del español de Chile.

El profesor Morales Pettorino, como el intelectual y humanista que es, no cesa de producir, pues sabe que lo mejor que puede dejar como legado a las generaciones venideras son sus obras, que son los frutos de un trabajo acucioso y perseverante del hombre que sabe que Dios le dio dicha potestad, es decir, hacerse partícipe de este don de Dios que El ha confiado a los hombres; poner al servicio de los demás, de los “próximos”, los dones y talentos, pues lo más probable es que recuerde el pasaje evangélico de que a quien mucho se le ha dado mucho se le exigirá. Don Félix ha hecho fructificar esos dones y talentos en su vida familiar y profesional.

En este sentido, la última obra del profesor Morales Pettorino, cuyo prólogo redacto, se titula “El Español de Chile. (Estudios fónicos, gramaticales y léxicos)” (2006). Se trata de un texto realmente muy interesante y valioso para toda persona que quiera conocer y aprender más en profundidad acerca del  español hablado en Chile. El libro recoge en sus páginas dieciséis estudios sobre las áreas del lenguaje indicadas en el título de la obra. Algunos de estos trabajos yo ya los había leído y estudiado, por cuanto circularon en distintas revistas especializadas del ámbito de la lingüística. Se trata, por tanto, de una especie de antología que reúne los estudios del español de Chile escritos por el profesor Morales Pettorino en su larga vida académica

Los artículos están centrados en temas detectados en el español de Chile, como las variantes fónicas y morfonológicas por agregación y reducción del significante, la neutralización consonántica, las siglas, los anglicismos, la sinonimia de los gramemas, los prefijos, los gentilicios, los hipocorísticos, el voseo, el voseo chileno y el rioplatense, los tratamientos, las locuciones comparativas, la conjugación, los verbos en –ear y su familia chilena, y el diccionario ejemplificado de chilenismos.

La obra se abre con una entrevista  realizada por el periodista Adán Méndez de la Revista Pluvial de Valdivia, “ligeramente modificada por el entrevistado”. La entrevista es una enjundiosa y larga conversación que sostuvo Don Félix con el periodista valdiviano donde el lector va descubriendo la personalidad del lingüista, del lexicógrafo, del educador, del abogado, del esposo, del padre de familia, de sus orígenes, de sus estudios, de su formación religiosa, etc., en definitiva, de la rica personalidad del autor de la obra.  En la entrevista queda en evidencia para el común de los lectores, el porqué Don Félix estudió Derecho, puesto que quienes le conocemos más personalmente, sabemos la respuesta: “...estudié Derecho no por verdadera vocación, sino que por algo racional y meditado, para poder alimentar una familia que vislumbraba y añoraba en un futuro próximo...”.

Los estudios contenidos en el libro se caracterizan, desde el punto de vista de su estructura y de la materia analizada, por la conocida acuciosidad con que el autor aborda una temática desde una determinada perspectiva teórico-crítica. En los estudios queda, por otra parte, demostrada la ya proverbial metodología con que el profesor Morales Pettorino enseña sus materias predilectas que transitan en esta obra por lo fónico, lo gramatical y lo lexical. Será, sin duda, además, un valioso material de apoyo a la docencia universitaria.

 

Conclusio


En síntesis, en la sociedad de hoy, a principios de siglo, marcada por un ideal de eficacia y productividad inmediata, las humanidades reclaman su fortalecimiento para formar sólida e integralmente a los hombres y mujeres de nuestro tiempo. La obra de don Félix Morales Pettorino se inserta dentro de los espacios de la investigación y de la reflexión que tanto el patrimonio humanista como la sociedad le demandan, preservando así los valores propios de la sociedad y la cultura. El libro que presento es una muestra palpable de que el autor no cesará en su labor que por décadas ha desarrollado para bien de las nuevas generaciones

Es para quien escribe estas líneas un orgullo presentar la obra “El Español de Chile” de su dilecto y recordado profesor Morales Pettorino, por cuanto ella viene a sumarse a una larga trayectoria académica, donde a través del quehacer pedagógico se ha realizado en plenitud como humanista.

Ad maiorem divini amoris gloriam.



Eddie Morales Piña
Profesor Titular
Facultad de Humanidades
Universidad de Playa Ancha




No hay comentarios:

Publicar un comentario